miércoles, 10 de agosto de 2011

Proyecto "Peluquerías y Barberías"


  
    El tema sobre el que giran las fotografías de mi proyecto son las peluquerías y barberías, siendo éstos para mí lugares donde convergen todo tipo de clientes y trabajadores del oficio, y en donde se convierte casi en un ritual pedir un corte de cabello o afeitarse la barba.

   A diferencia de un salón de belleza o estética, la peluquería y barbería se enfoca en los cortes de cabello, barba y bigote, no en los tintes, tratamientos y otras especialidades que podemos encontrar en una estética.

   De la manera en que yo lo veo, el hecho de cortar el cabello es una especie de purificación en la persona y un nuevo comienzo en sus vidas. Se encuentra en la filosofía budista, donde cortarse el cabello simboliza y recuerda el desapego a la vanidad y lo mundano; se realiza para recordar que tienen que eliminarse los aferramientos al ego. Todo esto, junto con la habilidad, minuciosidad y dedicación que requiere el oficio de peluquero / barbero (digo oficio porque no es una licenciatura o algo similar, como sucede con los estilistas), es lo que estará plasmado en el proyecto.

   Este proyecto lo dividí en fotografías del lugar, utensilios, proceso del corte y purificación/final del proceso (no en ese orden, pero eso es lo que intento plasmar)

   Sin más preámbulos, aquí les dejo el video del proyecto:






martes, 9 de agosto de 2011

Book fotográfico "Estaciones del año"

Fotógrafo: Sergio Hernández
Modelo: Karla Rivera









Retrato




   Cuando se trata de fotografiar personas, lo más importante es que se les vea bien. Existen diversas formas de resaltar la fisonomía del sujeto con la luz, el fondo, la percepción y la composición.




   En cuanto a la iluminación, es importante que el sujeto tenga sombras en la cara que resalten sus facciones, si no tendremos como resultado una cara plana, sin relieve. Una luz lateral puede sernos de gran ayuda. 

   Es recomendable quitarle importancia al relieve del fondo, haciéndolo borroso para que resalte el sujeto. Esto se logra teniendo una profundidad de campo pequeña. 



    Existen 2 formas para disminuir la profundidad de campo:

-          - Apertura de diafragma (número f  bajo)
-          - Aumentar distancia focal (zoom alto)

   Si aumentamos la distancia focal evitamos deformar la cara del sujeto.

   Para la composición, depende de si se quiere hacer un primer plano o no. En cualquier caso hay que tratar de que el sujeto ocupe buena parte de la imagen.




   En los retratos, la cara ocupará casi toda la escena, por eso es recomendable que se vean al menos los hombros de la persona.



   Un objetivo interesante para el retrato es el 85-135mm (un teleobjetivo medio, como veíamos en publicaciones anteriores). Debemos ser cuidadosos con las longitudes focales grandes (angulares), porque pueden distorsionar el rostro en caso de que el sujeto se encuentre muy cerca o la cámara está inclinada.

   Es aconsejable maquillar al sujeto con polvos de base para evitar brillos en la piel. Si se trata de un retrato femenino, lucen las sombras de ojos, rímel en las pestañas y brillo de labios.




   En cuanto a la altura de la cámara, lo recomendable es situarnos al nivel de los ojos del sujeto.

   Podemos utilizar los siguientes encuadres:

-            - Primerísimo plano (parte del rostro)


-            - Primer plano ( el rostro ocupa la totalidad de la imagen)



-            
- Plano medio (rostro, hombros y pecho, hasta codos)




-            - Plano americano  (de la rodilla hacia arriba)




-            - Plano general  (vista completa del sujeto y parte de su entorno)







LA ILUMINCACIÓN EN EL RETRATO
  
  
   La iluminación básica en un estudio implica dos luces: una luz principal (a la izquierda de la cámara, a unos 45º) y una luz secundaria menos intensa que suaviza las sombras (a la derecha de la cámara, a unos 45º).




   Si queremos obtener resultados diferentes o más atractivos y elegantes que con el esquema anterior (45º/45º) usaremos un reflector con paraguas sobre la cámara y otro de relleno a la derecha. 

   No hay que cerrarnos a estas opciones de luz, también tenemos el magnífico recurso de la luz natural, con la que podemos obtener resultados sorprendentes. La luz proporcionada por el sol al final del día es muy conveniente.




   Si buscamos más opciones para iluminación natural tenemos a las ventanas. Podemos colocar a nuestros sujetos cerca de la ventana, y utilizar una cartulina blanca como reflector de relleno.

    Cuando rebotamos la luz del flash sobre una pared blanca o en el techo, lo que lograremos es un suave efecto modelador.




   Un difusor  tiene como efecto la suavización de la luz. Puede servirse de un pañuelo blanco. Por cada doblez del pañuelo habrá que abrir un punto más del diafragma (aproximadamente).




   La iluminación frontal suavizada mediante el reflejo en la pared de detrás de la cámara, da un modelado suave y bajo contraste. El fondo queda iluminado, por lo cual debemos seleccionarlo bien.



  
   Si deseamos subrayar la forma de la cara y reproducir  la textura de la piel en tonos más duros, podemos servirnos de una luz frontal dura.




   Los rasgos de un sujeto que mira hacia la luz suave reflejada por una pared lateral a la cámara son fáciles de leer y revelan su carácter. La cabeza, que emerge de un fondo oscuro, tiene un suave modelado.




   Al iluminar la nuca obtendremos un resultado misterioso. La luz se suaviza reflejándola en la pared, y una parte llega al fondo, convirtiendo el perfil en silueta y centrando el interés en la forma. 

   Para que la cabeza quede delineada utilizaremos una luz natural dura, que deja un lado de la cara en sombras, con un resultado misterioso. El fondo debe recibir algo de luz.

   Si nuestro objetivo es centrar el interés en el rostro, colocamos una luz detrás del sujeto para así iluminar un lado de la cara, quedando el otro apenas destacado por la luz reflejada. Los hombros se funden con la oscuridad del fondo.




Bibliografía:
http://www.jggweb.com/2005/11/16/7-claves-del-retrato/